La artista



La Danza Oriental, nómada por esencia, se alimentó de la cultura de los diversos países por los que pasó. De cada uno de ellos extrajo las bases de su estructura.

Para enriquecer el vocabulario artístico que nos conduce de nuevo a los orígenes de las danzas llamadas orientales, mi compromiso es crear espectáculos que den a entender la diversidad cultural y artística de la Danza Oriental y que constituyan puntos de referencia de su nomadismo.



Leila Haddad Sacerdotisa de la Danza Oriental


Con el refinamiento de sus espectáculos y la inventiva de sus coreografías, Leila Haddad hace de la danza oriental un arte mayor alejado de los clichés.Pionera, aporta una ruptura renovadora tal como lo hicieron con otras danzas Loie Fuller, Ruth Saint-Denis, Martha Graham y particularmente Isadora Duncan que liberó el cuerpo y el movimiento, preludiando la libertad de la futura danza moderna, y La Argentina que supo imponer el flamenco en el escenario de los teatros.

Leila Haddad es de este temple. La gran estrella de porte majestuoso alcanzó su objetivo: imponer por fin la danza oriental como arte mayor. Desde mediados de los años 80 encarna la feminidad en todos los escenarios del mundo que ignoraban o despreciaban este arte denominándolo “danza del vientre”. Legitimó la terminología “danza oriental” (raqs el sharqi en árabe), al sacarla de los pueblos arabo-beréberes donde quedaba fuera de alcance y de los cabarets donde perdía el alma.

Leila Haddad se empeña en bailar solamente en los escenarios de los teatros. Subvierte las normas para abrirle a la danza oriental un camino real llevándola a esos templos modernos que son los teatros.

Compone piezas coreográficas que baila en solo o con su compañía , espectáculos que entran en la programación de teatros de los cinco continentes. Se cita con el público para hablar de su danza, de la historia de la danza oriental. La invitan a dar conferencias “lecturas”, a participar en coloquios (Sorbona, Institut du Monde Arabe, Senado) sobre temas vinculados a lo femenino, al cuerpo bailador, a la mujer en el mundo arabo-bereber , a la modernidad frente a la tradición… Interviene en el coloquio “ Voix de femmes” organizado en la Casa de las Culturas del Mundo en Berlín. Ofrece así una aproximación global y pionera de esta danza. Eludiendo el espectáculo etnográfico, Leila Haddad cuestiona las danzas de los orígenes, creando puentes entre pasado y presente, danza oriental y danza contemporánea.

Enseñar la danza oriental Para una corriente de pensamiento en torno a la danza oriental

Con Isadora Duncan la danza contemporánea adquirió estructuras, sensibilizó y fidelizó al público. Leila Haddad inicia ese mismo proceso dando clases, desarrolla la pedagogía para formar a bailarines, y recorre el mundo para dar cursillos de danza.Abre la primera clase de danza oriental en París en los años 80, toda una apuesta en un momento en que esta danza es totalmente ignorada, por no decir despreciada.

Leila decide luchar para dar a conocer la riqueza milenaria de su cultura arabo-beréber enseñándola.En Europa las bailarinas descubren un nuevo continente, su propio cuerpo. Esta danza no tiene en cuenta los criterios de belleza occidentales, se baila de los 7 a los 77 años.Para dar a conocer su cultura y su arte, Leila Haddad, con su enfoque global, lleva a cabo investigaciones históricas sobre la danza, recorre los países de África del norte, de África sub-sahariana, de Oriente medio, de Asia en busca de danzas singulares.






Recibió el premio “villa Médicis hors les murs” y numerosos otros premios.
Leila Haddad tuvo el apoyo de la asociación Beaumarchais-SACD de ayuda a la escritura.

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